Cinco años después, Iñaki Williams tuvo que volver a lamentar insultos racistas en Cornellà-El Prat. En este caso, no dirigidos a su persona, como ocurrió en enero de 2020, sino destinados a uno de sus compañeros de equipo, Maroan Sannadi. Cuando el partido entre el Espanyol y el Athletic rondaba el minuto 18, el capitán del conjunto bilbaíno se dirigió a Guillermo Cuadra Fernández, para informarle de lo que le había escuchado y el árbitro activó el protocolo que se aplica en estos casos. El encuentro se suspendió durante unos minutos y tanto a través de la megafonía como de los videomarcadores se lanzó un mensaje inequívoco.
«Se recuerda que la legislación para la prevención de la violencia en el deporte está prohibida y se sanciona todo acto violento, xenófobo, homofóbico y racista». Un mensaje cuyo fondo, a su vez, sería recalcado por ambas entidades a través de sus redes sociales. El duelo, finalmente, pudo volver a disputarse, si bien el mayor de los Williams fue abucheado durante varias ocasiones cada vez que tocaba el balón. Su compañero, Sannadi, nació en Vitoria hace 24 años de padres marroquíes.
«Al fútbol hay que venir a disfrutar, no pueden ocurrir este tipo de cosas. Maroan ha hecho una jugada individual, el balón ha salido fuera y le han gritado 'puto moro'. No es la primera vez que pasa aquí y el árbitro ha actuado muy bien. Hay que darle visibilidad y que castiguen a los culpables», aseveró Iñaki Williams en los micrófonos de Movistar LaLiga. Él mismo, el 20 de enero de 2020, recibió toda clase de improperios e insultos racistas cuando dejaba el terreno de juego. Uno de los aficionados, de hecho, incluso acabó sentado en el banquillo de los acusados, en un juicio en el que el fiscal llegó a pedir hasta dos años de cárcel como castigo para sus actos.
«Tiene leyendas, como N'Kono»
«A mí ya me pasó años atrás, pero esto no debe empañar la afición del Espanyol», apostilló un Iñaki Williams que reiteró que el club blanquiazul «tiene leyendas, como N'Kono, de color negro, y su lateral derecho es marroquí». «Luego, no he entendido por qué me pitaban. Esperemos que todo esto se corrija y se castigue a los autores», sentenció el capitán del Athletic.
«Sabíamos que había ocurrido algo, nos lo ha explicado el árbitro, pero no sabía si habíaa sido a Iñaki o a Maroan. Al final, hemos seguido, no ha pasado nada, y no lo he visto muy afectado en cuanto a su juego. Es una circunstancia que lamentablemente ocurre en más sitios, no nos gusta que ocurra ni con los nuestros, ni con los rivales, ni en nuestro estadio ni en ningún otro. Es algo en lo que tenemos que trabajar y que nos afecta a todos», señaló Ernesto Valverde.
«Es el absurdo del fútbol, ya ha pasado más veces, con otros jugadores. Parece que el que ha cometido el atropello ha sido Iñaki, pero con el tiempo se ha ido pasando. Es preocupante que haya insultos racistas, con los tiempos que corren... Bueno, mejor no voy a decir nada de los tiempos que corren...», recalcó el técnico del Athletic, quien quiso romper una lanza en favor de su portero, Unai Simón, quien cometió un error con los pies que acabó por costarle que el Espanyol se adelantara por medio de Roberto. «Ha sido algo desafortunado, confiamos en Unai. Son situaciones que se pueden dar a lo largo de una temporada», sentenció Valverde.
«A mí también me insultan»
Roberto, lanzándose al suelo, consiguió interceptar un balón que el portero internacional se disponía a desplazar tras haberlo recibido desde un saque de banda y acabó por introducirlo en la portería. El gesto de desesperación de Simón, al ver cómo el esférico había superado la línea de gol, fue elocuente.
Entonces se había disputado algo más de una hora de partido y el Athletic, cómo no, se volcó en ataque y Oihan Sancet, con un disparo de volea que Fernando Calero desvió de forma involuntaria, acabó por anotar el 1-1 a falta de 13 minutos para el final. «Intento ir a cada balón con la fe de que puedo tocarlo, he tenido la suerte de hacerlo y hay que seguir así», aseguró el autor del gol blanquiazul, si bien pasó muy de puntillas por el incidente de insultos racistas. «No sé si han dicho algo o no, pero hay que respetar este tipo de cosas», zanjó.
«Sé lo que ha dicho el árbitro. Nunca son hechos agradables, pero no representan a la afición del Espanyol, que creo que es la mejor de Primera División. Es muy difícil controlar a todo el mundo. A mí también me insultan cuando voy fuera. Hay que erradicarlo, toda la violencia», señaló Manolo González, técnico local, durante su rueda de prensa.